Curso Bioconstrucción con Paja
NUESTRA HISTORIA
Hola,
Somos Rubén Solsona y Patricia Cebada, fundadores de Taller Karuna en 2002 y te vamos a contar un poco nuestra historia, cómo nos conocimos y por qué nos hicimos nuestra casa.
Nos presentamos un poco primero...
Yo soy Rubén: tengo 47 años, vengo de Barcelona, estudié Humanidades y de jovencito me interesó mucho la meditación, el yoga y sobretodo el budismo tibetano (casi me hago monje¡!). Viví durante un año entero encerrado en un camión en los montes de Toledo entre perdices y encinas centenarias, procurando entender quién soy y qué es lo que quiero.
Fue una experiencia muy buena y recomiendo a la gente tener de vez en cuando tiempo de silencio para estar con uno mismo y aclararse un poco.
Siempre he buscado un estilo de vida que dé sentido a mi vida y fundamos Taller Karuna con la intención de explorar nuevas (y mejores) formas de vida en nuestra sociedad consumista.
Me formé en Psicoterapia gestalt, por un tiempo me dedique al duelo y hacía relación de ayuda con personas en su final.
Luego me formé en Coaching personal y ejecutivo y actualmente me dedico al 100% a la formación en empresas y en Taller Karuna.
Me motiva mucho intentar ayudar a otros a mejorar su vida y en particular, busco soluciones para que las personas seamos más libres y conscientes en una sociedad que nos aturde y esclaviza mediante la estupidi-educación, el consumismo y las deudas generadas por la adquisición de una vivienda (hipoteca)
Me gusta vivir leeeeejos de los bancos y en lo posible no depender de ellos.
Soy el primer bioconstructor con balas de paja certificado a nivel europeo en España mediante la formación profesional STEP (Straw Bale Training for European Professionals). Me certifiqué en 2017 en Austria de la mano de Herbert Gruber y mis mentores han sido Tony Auer y Virko Kade. Me he formado en Reglas profesionales francesas con Luc Floissac y con Tom Rijven, creador de la técnica CUT.
Soy papá de una niña de 12 años y he autoconstruido varias edificaciones. En 2004 viajamos a la ecoaldea Friland en Dinamarca para acudir a un Encuentros Internacional de Bioconstrucción con Paja, acabábamos de comenzar la autoconstrucción de nuestra casa y allí comprendí aún mejor que las casas construidas con esta técnica no son chozas, ni cabañas africanas, ni infraviviendas, sino todo lo contrario: son super-casas ultaeficientes, muy bellas, factibles de autoconstruir por la mayoría, muy asequibles económicamente y extremadamente respetuosas con el medio ambiente y el planeta Tierra que necesitamos consevar para los que vienen detrás.
Yo lo vi claro.
A la vuelta a España terminamos de construir nuestra primera casita de paja en el terreno que compramos en Ávila, a 1.350 metros de altitud. Junto con Patricia nos hicimos nuestra humilde casita, nuestro modesto hogar, y nos dejó una profunda sensación de orgullo y satisfacción. Vimos que éramos capaces, y que una pareja "normal" era capaz de hacerse su propia casa sin caer en deudas, hipotecas ni contratos esclavistas con los bancos.
Hubo amigos que se interesaron, luego amigos de amigos con curiosidad, dimos los primeros cursos solo teóricos en despachos de amigos arquitectos y en salas de yoga en Madrid. Todo bien intencionado pero poco estructurado. Era 2005. Luego vino a grabarnos un par de canales de televisión, etc...
Cada vez compartíamos más sobre como hacerlo y Taller Karuna fue nuestro "hijo" como proyecto cara al mundo. En 2006-2007 era la época máxima de la burbuja inmobiliaria en España. ¡¡¡Gigantesca!!!. Y pinchó, cómo no. Nuestra "loca" propuesta de autoconstruir tu propia casa para no tener hipoteca cobraba más sentido que nunca, aunque fuera tan loco como construirla con balas de paja... ya conoces lo del lobo, no?
Bueno, sigo... Lo siguiente, fue que construimos fue el Centro de Actividades Taller Karuna de paja de 100m2 con una nueva socia. El edificio genial pero la ingenuidad y la inexperiencia asociándome con socios fue fatal. Todos sufrimos mucho, lo perdimos casi todo y yo y Patricia prácticamente nos arruinamos. Taller Karuna casi desaparece y 7 años malgastados. Muuuuy mala época y muuuy larga. Cuidado con asociarse y si lo haces mejor dejar todo muy claro y por escrito desde el principio.
Pero sobrevimos y todo ha ido a mejor en realidad.
Voy terminando... Me gustan los proyectos “Hazlo tú mismo” porque entiendo el valor de las cosas, alimenta mi autoestima y me empodera porque me demuestra una y otra vez que somos capaces de mucho más de lo que nos creemos. Creo que construir tu propia casa te da una fuerza muy grande porque reconectas con algo muy básico y ancestral, crear el hogar para ti y tu familia...
...bueno, ya te dejo con Patricia. Chao!
Hola, yo soy Patricia: vengo de otra gran ciudad, Madrid, estudié arquitectura y estuve trabajando unos años en estudios de arquitectura y empresas de construcción e incluso en una Fundación de Bioconstrucción. Pero vi que no era lo que yo esperaba de esta profesión. Salí muy decepcionada de lo que encontré en ese mundo.
Me di cuenta de que no quería vivir de esa manera, levantándome cada día para trabajar en algo que no me satisfacía para pagar un alquiler en un lugar que no era mi ideal (una ciudad). Así que dejé ese tipo de trabajos, sin tener aún la salida clara.
Por otro lado, llevaba años con el yoga, la práctica budista, la ecología… buscando otra forma de vida, más consciente y plena. Así que me fui unos días de retiro a una cabañita en pleno campo en un Centro budista, donde solo había dos personas haciendo un retiro de larga duración.
Uno de ellos era Rubén y así nos conocimos. Y poco a poco la cosa fue cuajando entre nosotros 🙂
Buscando otra forma de vida
Rubén y yo teníamos tiempo y tranquilidad para hablar de lo que nos interesaba y buscábamos. Los dos teníamos claro que no queríamos trabajar en algo que no nos gustase para pagar una casa.
No queríamos depender del sistema. Buscábamos tiempo, libertad y contacto con la naturaleza....
Los dos decidimos cambiar nuestra vida. Simplificarla para llevar un estilo de vida más sencillo y satisfactorio.
Así que lo primero que hicimos fue intentar definir nuestras necesidades fundamentales.
Básicamente nos dimos cuenta de que si queríamos tener una vida más sencilla, cerca de la naturaleza, con tiempo para dedicarla a nuestro propio desarrollo, era importante no estar atados por la deuda de una casa.
De ahí, nos planteamos seriamente tener una casa autosuficiente, aunque aún no sabíamos muy bien cómo hacerlo.
A mí (Patricia) siempre me habían atraido las casas semienterradas, por su eficiencia energética, pero tenían la enorme pega de que son muy pesadas de construir, requieren mucho esfuerzo físico.
Y aparecieron las casas de paja
Justo por aquel entonces empezó a llegarnos información a través de un par de amigos, uno canadiense y otro británico, que estaban haciendo sus propios proyectos, construyendo con las técnicas de balas de paja, y nos pareció una idea muy interesante.
Acabamos viendo que esta técnica hacía muy factible realizar nuestro sueño .
Nos sentimos muy emocionados ese momento porque vimos que podía ser una solución bastante sencilla para resolver dos grandes problemas para tener una casa ecológica y sin hipoteca:
- El primer problema era que no disponíamos demasiado dinero
- El segundo, la falta de habilidades para construir una casa ¿Cómo ibamos a hacer algo así?
Aunque yo (Patricia) como arquitecta siempre me había imaginado diseñando mi futura casa, nunca se me pasó por la cabeza que también podría construirla con mis manos, no pensaba que fuera posible. Pero con estos sistemas lo vi de otra manera.
Tomamos la decisión.
Así que tomamos una decisión en firme, construir nuestra propia casa con balas de paja. Ya que nos permitía tener una vivienda asequible económicamente, a la vez que era bastante sencillo poderla construir con nuestras propias manos.
A todo esto se une que construir con paja se alinea perfectamente con nuestros valores. Puesto que queríamos llevar una vida sostenible, ecológica y con respeto hacia el Planeta.
Nos ayudó ver con otros ejemplos que era posible.
Vimos, ya a través de Internet, libros y nuestro amigo canadiense, otros ejemplos de construcciones de todo tipo, incluso de grandes dimensiones como el Centro de yoga Sivananda en Canadá, donde han construido una edificación de 500 m² con esta técnica.
Y tantos otros casos. Con todo esto nos sentimos muy contentos por haber encontrado algo que hacía que nuestros sueños se pudiera realizar.
Nos pusimos en marcha. Lo primero fue empezar a formarnos. Leímos todo lo que pudimos y nos informamos sobre la materia, aunque en ese momento en español casi no había información, tuvimos que buscarla en inglés.
Más tarde, con el proyecto ya empezado, viajamos a Dinamarca a la Ecoaldea de Freeland. Donde se realizaba un Encuentro internacional de Construcción con paja. Así que allí nos fuimos (en España aún no había nadie que diera formación en esta técnica, solo unos cuantos autoconstructores como nosotros, experimentando).
En Freeland había numerosas casas hechas con esta técnica. Vimos la energía tan positiva que se creaba alrededor de esta forma de construir y todo lo que la rodea, el buen hacer de la gente y el bajo impacto que tenía. El ambiente en esa ecoaldea nos encantó.
En Dinamarca, en el encuentro internacional de construcción con paja, pudimos aprender más sobre las técnicas. Conocimos a muchas personas de las que aprendimos mucho, desde los pioneros con toda su experiencia, hasta otras que estaban como nosotras, comenzando sus proyectos con ilusión.
Empezamos a ayudar a construir a otros amigos, de pronto unos cuantos amigos y conocidos a nuestro alrededor también deseaban construir sus casas con paja. Así cogimos experiencia, y aunque cometimos muchos errores de novato (que te contaremos más en detalle en este minicurso), empezamos a aprender y a coger confianza con este maravilloso material.
Unos meses antes habíamos comprado un terreno y diseñado y calculado los planos de nuestra casa. Fue el momento de empezar a preparar las infraestructuras básicas del terreno (no tenía ningún tipo de infraestructura, era un terreno totalmente silvestre en la montaña. Sin agua, electricidad, saneamiento…).
- Lo primero que quisimos hacer fue el pozo, para abastecernos de agua, pero lo fuimos dejando y al final no lo construimos, con el agua de lluvia teníamos suficiente.
- Empezamos llevando la caravana para poder vivir allí, al menos la mayor parte del tiempo.
- Llevamos también un contenedor frigorífico de camión para poder meter las herramientas. Poco después Rubén lo reformó, abriéndole un par de ventanales y forrándolo en parte con madera.
- Luego construimos un pequeño almacén para los materiales, abierto, solo la cubierta. Para hacerlo, pedimos licencia como obra menor en el Ayuntamiento.
- Lo siguiente fue comenzar la construcción de nuestra casita.
La construcción de la casita.
Elegimos hacerla con estructura de madera porque en ese momento nos sentíamos más seguros con esa técnica. Hoy habríamos elegido hacerla Autoportante ó más bien Híbrida. En otra lección del minicurso te contaremos más.
- La cimentación y sobrecimentación de piedra fue lo más duro y prácticamente la fase más larga, no volvimos a construir zapatas de piedra después de esa experiencia.
- Construir la cubierta plana, fue más fácil y rápido de lo que imaginábamos.
- Levantar los muros de paja lo más satifactorio, incluido el “subidón de la paja” donde de pronto ya ves la forma de tu casa y con ese chute de energía, puedes avanzar en el resto de fases que son mucho más largas.
- Los revocos muy lentos y fue donde cometimos los mayores errores.
- El diseño bioclimático el mejor acierto. Se calentaba la mayoría de días solo con el sol (encendíamos los días nublados y algunas noches), estando a 1.340m de altitud en una zona muy fría, con nieve. Siempre comento la diferencia de temperatura que había entre el interior y el exterior, porque era realmente la prueba de lo diferente que puede ser una casa bien diseñada.
Fuera podía haber alrededor de cero grados y dentro llegábamos a 29 a mediodía, solo con el sol, sin encender la estufa.
Como la íbamos construyendo por temporadas, adaptándonos a otros factores de nuestra vida, tardamos más de un año. Nos pusimos una fecha para entrar a vivir, más que nada porque pasar otro invierno más en una caravana con nieve alrededor, no nos apetecía mucho. Y menos, sabiendo que en la casa de paja íbamos a estar mucho más calentitos.
Los beneficios de haber construido nuestra casa
Son enormes los beneficios de haber aprendido y construido todo esto.
Para empezar, una gran satisfacción y un gran sentimiento de empoderamiento personal. La certeza de que eres capaz de hacer algo muy importante en la vida, proveerte de tu propio hogar. Una de las necesidades más básicas para las personas.
Nos acordaremos toda nuestra vida del día 31 de diciembre del año 2004. Fue el día en que entramos en nuestra casita, aunque aún quedaban remates... Era el día que decidimos estrenarla. Recordamos una frase que se nos queda marcada “la casa es nuestra y no del banco”.
Esa frase nos marcó porque nos dimos cuenta de lo que habíamos conseguido. Tener la tranquilidad y la seguridad de que disponemos de una propiedad nuestra y que no estaban las manos de nadie más, y menos de un banco.
Y que pasara lo que pasara seguiría siendo nuestra. Hay que pensar que tener una casa es uno de los gastos más grandes de nuestra vida y sin embargo al construirla uno mismo-a, eliminamos gran parte de este gasto. Porque prácticamente pagamos solo materiales y ponemos nuestra mano de obra, ahorrándonos pagar a tantos otros intermediarios…
Tiempo después vinieron del Telediario de TVE1 a hacernos una entrevista, que puedes ver aquí abajo. A partir de ahí fueron viniendo de otros programas de televisión (España directo, otra vez el Telediario TVE, Telenoticias de Antena 3, de Telemadrid, etc).
Más beneficios
Además de aprender nuevas habilidades que te pueden permitir trabajar de ello e incluso generar de ingresos, si nuestra casa además la diseñamos de forma inteligente con buen diseño de Arquitectura Bioclimática, lo que vamos a conseguir a medio y largo plazo es un tremendo ahorro energético.
Piensa en los costosos gastos de uso de la casa.
También podemos hacer nuestra casa prácticamente autosuficiente en más aspectos, no solo los de calefacción/refrigeración. En la electricidad, el agua, gas… los gastos regulares que tiene cualquier vivienda.
Construir tu propia vivienda te da esa Libertad para hacer un diseño óptimo que haga que tu casa sea tremendamente eficiente y eso lo vamos a notar.
Sin entrar ahora en que este tipo de viviendas son mucho más ecológicas que el resto de viviendas convencionales. La diferencia en su huella ecológica es abismal.
Con estas nuevas habilidades aprendidas y después de vivir las enormes ventajas de una casa de paja, colaboramos en otros proyectos y obras y nos lanzamos a la aventura de construir nuestro Centro de actividades, por supuesto con paja también, donde hemos podido enseñar a otra gente a conseguir lo mismo que nosotros. Ésa es otra historia y aún más larga.
Luego empezamos otra pequeña casita y empezamos a dar los cursos para que otras personas pudieran vivir lo que nosotros vivimos. También empezamos a diseñar y apoyar la construcción de otras casas de paja de otras personas en estos años.
En esta última etapa nos hemos mudado a una preciosa finca autosuficiente con grandes árboles y un manantial, en un lugar increíble donde se hacían cursos de Permacultura y la hemos transformado en una Escuela de Bioconstrucción.
¿Cómo ha cambiado nuestra vida a raíz de esta experiencia?
Por un lado tenemos la autoconfianza y la seguridad personal de ser capaces de construir por nosotros mismos con nuestras manos y con nuestros seres queridos y amigos nuestra propia casa.
Y también nos ha dado mucha más libertad en el plano económico puesto que no dependemos de deudas.
Nos ha permitido vivir en una casa sana, confortable, diseñada según nuestras necesidades.
Después de esta experiencia nos dimos cuenta de que lo que habíamos aprendido podía ser muy útil y muy importante para muchas otras personas en la misma situación. Y más en este país donde ha habido una grave crisis con el tema de la vivienda.
En realidad nuestros antepasados siempre habían construido sus propias casas
Por todo esto decidimos empezar a compartir sobre esta forma de construir.
Hemos aprendido muchísimo más sobre construcción con paja en estos años, ahora cometeríamos muchos menos errores.
Pero igualmente la experiencia de ese comienzo fue para nosotros muy valiosa.
Y ahora, tiempo después, cada vez que sabemos de algún alumno que se hace su propia casa nos da una gran satisfacción, nos alegramos muchísimo, en parte porque nos sentimos partícipes de la mejora de una familia.
Hemos hecho este mini curso para animarte a ti a resolver también el mismo problema.
También nos hemos dado cuenta de que han pasado ya más de 15 años desde que empezamos nuestra aventura de autoconstrucción y que ésta es nuestra propia historia como tú ahora mismo sin saberlo estás también construyendo tu propia historia.
Y que tu historia no tiene tanto que ver con tu futura casa, sino con todo lo que rodea la increíble experiencia de construir con tus propias manos tu hogar y el de tu familia, que en definitiva es construir tu propio destino.
A partir de mañana recibirás una lección por día,
algunas en video, del Minicurso Introducción a la Construcción con paja.
¡Estáte atento/a al correo! que lo disfrutes!