Post invitado por Zenshin Giachetta (Milán)
¿Conocías estas nuevas formas de obtener energía con el sol?
400 veces más potentes y 400 veces más baratas…
Un vistazo a nuevos inventos de Energías Renovables para abastecernos de energía.
Con el afán de buscar nuevas fórmulas para prescindir de la energía derivada del petróleo y sus derivados, cuyo destino parece inevitablemente llegar a su fin en no muchas décadas, se está investigando, entre otras cosas, la posibilidad de atrapar los rayos del sol de manera más eficiente.
Aparte de la cada vez más sofisticada tecnología usada para la construcción de placas fotovoltaicas de ultima generación, el campo de investigación nos está llevando a ir superando la limitación que suponen los obstáculos que crean sombra sobre los paneles solares, como árboles, construcciones altas cercanas, etc. hasta querer superar las mismas nubes, el obstáculo por excelencia en una instalación eléctrica solar.
Rob Lamkin y la empresa Cool-Earth-Solar han inventado un globo solar el cual, según afirman, es 400 veces mas potente que una placa fotovoltaica convencional.
Es más, dicen también que el coste de dicha tecnología resultará ser 400 veces más barata de la placa convencional.
Cuesta creerlo. No lo debo haber entendido bien. La cuestión es que he vuelto a leer el artículo una y otra vez y lo que dicen esta claramente explicado en el artículo.
Usan una placa fotovoltaica muy flexible y delgada, y por ello muy ligera, en la que se concentran los rayos del sol, y la meten en un globo transparente de dos metros de circunferencia.
Para que este globo se mantenga en el aire hay que sujetarlo con cables; también se puede sujetar con una plataforma en el suelo.
Todavía está en fase experimental, pero ¿quién sabe? Según lo que transmiten, parece que van por buen camino…
Más globos en el cielo
Otra investigación en curso es el proyecto NextPV, en asociación entre el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia y la Universidad de Tokio, junto con otros institutos de importancia internacional, en el que Jean-François Gullemoles, investigador principal y director, está construyendo unos globos que atrapan los rayos solares a una altitud de 3.7 millas de la tierra.
Para que lleguen hasta allí, en los globos hay un deposito de agua por medio del cual se extrae hidrógeno que se usa como combustible.
A esa altura los rayos solares son mucho más intensos ya que no encuentran barrera de ningún tipo, por ello prometen una eficiencia sin precedentes.
No especifican cómo harían bajar la energía creada. Lo único que puedo imaginar es que se consiga generar energía de alto voltaje y entonces se pueda transportar hasta la tierra, de lo contrario, con bajos voltajes convencionales la caída de tensión no permitiría que llegase nada, se perdería toda la energía a lo largo de la línea eléctrica.
Además, digo yo que a esa altura vuelan aviones y habría que gestionar el trafico aéreo en la zona donde se sitúan estos globos, flotando a mas de 5 kilómetros con sus relativos cables que bajan… Pero como he dicho antes, ¿quien sabe? Todo puede ser, algún día tal vez…
Algo más real: Globos usados en desastres
Lo que de alguna manera parece ser algo más real son los globos solares con placas fotovoltaicas para uso en caso de desastres (Zephir). Ver articulo.
Parece que ya están en funcionamiento y resuelven muy bien un gran problema en los campos de refugiados o en casos de situaciones dramáticas donde hay necesidad urgente de energía eléctrica entre otras cosas.
También en este caso se suben con hidrógeno por medio de electrólisis a unos cuantos metros del suelo.
A primera vista parece que también en este caso es un paquete que vuela en el aire, pero no es así.
“El paquete” es una caja, como puede ser un grupo electrógeno, y se queda bien fijo en el suelo, lo que se eleva en el cielo es solo un globo de 4 metros de diámetro con una placa solar en su interior, cuya energía baja a dicho cajón el cual contiene todo el resto, inversor, baterías, aparato para la electrolisis…
En fin, todo lo que hace el globo es subir la placa fotovoltaica y pasar la energía por medio del cable, por ello no será conveniente subirlos mucho. También dicen que proporciona calefacción para 50 personas, sin especificar de qué manera, si con la misma energía eléctrica (poco conveniente), o con otro sistema.
Francamente, no se puede hablar de gran innovación. Las placas se pueden apoyar en el suelo obteniendo más o menos el mismo servicio, la idea del globo es útil en caso de estar rodeado de obstáculos muy altos los cuales podrían impedir a los rayos llegar a su destino.
Por lo demás, cumple muy bien el propósito de obtener en un santiamén energía limpia y en cualquier parte, por muy complicadas que sean las circunstancias.
Tapizando globos aerostáticos
Otra idea que ronda por ahí desde hace ya bastantes años, y con esta acabo, ya que hay mucho más material en fase de investigación, es la de tapizar globos aerostáticos con placas solares y subirlos a varios cientos de metros (entre 65 y 265 metros).
El propósito es siempre el mismo: poder tener acceso a los rayos solares más directamente y sin obstáculos.
Esta idea es bastante vieja y solo ha quedado como curiosidad, ya que, como siempre, los problemas relativos a la transmisión de la energía de dichas placas, por muy eficientes que sean, siguen siendo los más importantes.
Lo ideal…
Lo ideal seria que volviera el famoso Nikola Tesla, quien parece que estaba a punto de descubrir cómo transmitir energía eléctrica sin cables.
Han pasado muchos años desde que sabotearon su proyecto, parece que por intereses de la industria de aquella época, aun así, estamos todavía lejos de conseguir lo que sí sería la invención del milenio.
Prescindir de los cables sí, pero no a costa de contaminación electromagnética, tal como está pasando con todos los sistemas inalámbricos, ¿de qué otra manera si no?
Ésta es la pregunta del millón; se habla de que la energía está por todas partes, solo es cuestión de saber cómo sacarla; quizás en el futuro se consiga descubrir esta gran incógnita.
Generador de consciencia…
De momento, me quedo con mi gran descubrimiento de energía renovable, “el generador de consciencia”.
El principio básico de dicho generador es que por mucho que descubramos fuentes de energía nuevas y baratas, siempre será poco si no desarrollamos la capacidad de evaluación de las necesidades energéticas reales de cada uno.
Un ejemplo: un secador de pelo de hace 50 años tenía una potencia máxima de 400 vatios y era algo muy potente en aquel entonces; ahora, los secadores modernos van superando los 2000 vatios y cuantos más mejor.
Seguir buscando energías limpias es una gran cosa que por lo general se delega a grandes mentes, pero la energía que podríamos generar activando nuestra conciencia, poniendo atención en un gran número de pequeños detalles sería tremenda…
25º de temperatura en casa, en mangas de camisa, con bajo cero en el exterior es muy confortable, pero si bajamos el termostato unos graditos y nos ponemos un jersey ya estaríamos activando nuestro generador;
Y al contrario en verano, con el aire acondicionado;
Y con el coche
Con las luces en casa dejadas encendidas…
Una infinidad de pequeños actos de atención contribuirían a que nuestro “generador de consciencia”, sin necesidad de ser grandes genios, ayudara a todo el planeta.
En este mismo momento que estás leyendo este artículo puedes empezar a encender tu propio generador de consciencia y desde ya generar energía. Tomar conciencia de esta realidad permite ponernos manos a la obra, sabiendo a ciencia cierta que funciona; no porque científicos, ingenieros, grandes empresas, etc. hayan inventado algo novedoso y extraordinario, sino porque tú mismo, con tu cambio de actitud, aumentando tu sensibilidad sobre el tema y preguntándote, en cada situación:
¿Cuáles son mis necesidades reales,
mas allá de lo que me quieren vender?
Ésta pregunta es importante porque aunque parece que cada vez necesitamos más potencia, no siempre es así.
Cada situación es diferente y, desde luego, podemos hacer mucho solo con ser más conscientes.
En palmas juntas.
Zenshin Giachetta (Milán) es técnico en electrónica industrial y un apasionado investigador de técnicas energéticas alternativas.
También es autoconstructor y monje budista zen. Lleva varios años impartiendo talleres sobre Inventos y Energías Renovables.
Nuestro colaborador para impartir el Taller «Energías Renovables eléctricas»
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